Usualmente no escribo entradas del tipo "Diario", ya saben donde se describe como fue el día y todo eso. No quiero decir que esté en contra de ellas, al contrario, me gustaría escribir más de ese tipo de entradas, siento que es una forma de entender la vida que uno lleva, mediante la escritura.
Éstos últimos dos días, desde que empezó la semana, ha sido una serie de películas de acción de peso pesado en vivo y a todo color. Desde el fin de semana; tuve que ayudar a unos amigos para una grabación, donde debuté como actor, en la que tenían que llevar una historia que incluyera un choque de autos y llamadas telefonicas. Ese no era el problema, si no que se le sumaba el trabajo de Adobe Illustrator que había dejado pasar como rebaño por el redil, hasta que me di cuenta que eran demasiadas ovejas que trasquilar.
Como decía, estas películas que viví fueron "Duro de trazar" en primer lugar. Lástima que no era Bruce Willis, si no, hubiera exterminado la amenaza "trazativa" en un abrir y cerrar de heridas. Trazar una chica emo, varios objetos de milicia medieval y un Sam Bigotes con las pistolas desenfundadas fue todo un reto. Pero aprendí mucho acerca de la vida. A lo mejor me pasó como a los marihuanos que de tanto contacto con la hierba sólo hablan y meditan de ello -ninguna experiencia al respecto-. Pero llegué a la conclusión de que la vida es como un trazo en illustrator. Todo se trata de ir acomodando los nodos a través de un camino marcado, lo que todos conocen con el simpático nombre de Destino, puedes apegarte al dibujo, o puedes trazar muy alejado de él, la mayoría de las veces se puede reparar los nodos, otras veces sólo cabe eliminarlos. La analogía es de libre interpretación -sin criticar, no tenía nada más que hacer, uno se pone a divagar en momentos como esos-, aunque me gustaría saber si están de acuerdo.
Terminé a las cinco de la mañana o más, si cuenta que seguía trazando mientras dormía. Ese día no fui a la escuela (se traduce en que perdí tres clases).
Otra cosa interesante de tener una tarea que no es difícil ni complicada, sino más bien tediosa y tardada, es el soundtrack de la película de acción. En mi caso no hubieron los clásico redobles de tambores y guitarras virtuosas, salvo por Joe Satriani, sino que bajé unos boleros muy buenos y escuché las canciones por primera vez de Lila Downs, de la que ya había escuchado pero nada más.
Me gustó mucho la forma de adoptar la cultura méxicana aún cuando pudo optar por su otra mitad gabacha. México necesita intimar con su cultura, identificarse con su pintura, su música y su cine, y las otras artes. Muchas veces se desprecia nuestra propia identidad, rasgos distintivos que nos separan del norte, del sur y del resto del mundo. Gracias Lila Downs por escoger al México mágico que en ocasiones no nos atrevemos a conocer.
Segunda película; esta vez era una mezcla de drama con cine de terror, "La cartera llama dos veces". El título original no es de terror (el cartero llama dos veces), pero cuando es tu cartera la que se pierde, se convierte en una pesadilla en la calle del infierno. Estábamos grabando y me la quité del pantalón en casa de un amigo para comodidad. Al término del día ya nos encontrábamos retirados y el amigo con el que venía se tenía que ir, entonces le comenté al de la casa que me cuidará mi cartera. Esa fue la primera llamada, pude haber hecho y dicho muchas cosas para que no pasara lo que ocurrió, pero como buen efecto mariposa, ocurrió. Al día siguiente todos se fueron a grabar otro segmento, incluso las personas con las que vivo, a las que en el transcurso de la tarde se les dio mi cartera para que me la trajeran y ups! se les perdió. Lo peor es que dicen que se les quedó en la casa del mismo amigo, pero con la diferencia de que ahora no la encuentran.
Qué interesante se desenvuelven los hechos y aún más estrésante es cómo se envuelven mis nervios, estaba apunto de estallar de rabia: mis identificaciones, tenía cien pesos... total, no tenía tarjetas de crédito o algo por el estilo y el banco me permitió retirar. Lo peor que pasó es que ahora no puedo tener coche en Mérida por la licencia y que mi identidad no es comprobable. -Rayos-
Ayer fue menos agobiante y más entretenido ya que esteralicé mi propia versión de Arma Mortal, mucho mejor que Mel Gibson, en Lectura Mortal 2. Es la segunda vez que dejó para el último momento la lectura de Análisis Literario. Ésta vez era "El Ocho" de Catherine Neville. Había leído 50 páginas de 619, y aunque no lo acabé de la noche a la mañana y hoy fue el examen, adelanté muchísimo y creo obtener buen promedio. Sólo me salté la pregunta acerca del final. Y ahora estoy aqui terminando esta entrada para comenzar con la nueva tarea de Illustrator, es ahora que reflexiono mejor y comprendó el verdadero título de los trabajos escolares: "La historia sin fin", aka "la historia interminable", aka "Los trazos interminables", aka "las grabaciones sin fin", aka "la entrada del blog pezenlacabeza.blogspot.com sin fin".....