lunes, 24 de enero de 2011

Red Social, The Social Network

Mucho se ha comentado sobre este último trabajo del director David Fincher. A consecuencia la cinta se ha tanto ensuciado como galardonado. Esta no es de ese tipo de entradas críticas formales en las que cuento una sinopsis, ficha técnica y los demás aspectos protocolarios. Es más bien una réplica hacia las personas que demeritan a la película y donde me pongo de lado de aquellos que pueden llegar a amarla.
A raíz de una plática que tuve con una amiga, pese que he tenido esta discusión con muchos otros, pero en particular una amiga, fue que me abrió los ojos hacia la verdadera maravilla de "The Social Network". En esta conversación se pusieron sobre la mesa los siguientes temas a debate: "La película raya en lo convencional, no aporta nada nuevo ni en cuanto a técnica ni a narración y mucho menos en estética", "La película está sobrevalorada, y sobre galardonada".
Comenzaré con estos porque de momento son los únicos que recuerdo.
Pongámonos a pensar en todo tipo de emociones que nos ha producido la pantalla de luz titubeante y la sala a oscuras, el cine pues. Todas esas emociones son producto sólo de una cosa, la identificación que se tiene con la historia y los personajes, pero sobretodo con la vida que se retrata a través del celuloide y/o el vídeo. "The social network" sí es innovadora en cuanto a la narrativa por que nos identifica de una nueva forma.
Para explicar lo anterior hay que responder a una pregunta: ¿qué sintieron cuando vieron la página de Facebook abierta y cuando se estaba desarrollando la página web? Esa sensación que sintieron es la identificación, una especie de sentimiento catártico, nos mueve en algunos de manera más evidente que en otros pero sucede a fin de cuentas. ¿qué otra película logra conectar a su público mediante un sentimiento con un sitio web y no sólo eso, con una red social? La respuesta es precisamente, ninguna.
Segundo punto, las expectativas de la película se produjeron directamente desde el público, la campaña fue fuerte pero no tanto como para causar la expectativa que a muchos llevo a la desilusión. Y es que Facebook ocupa un lugar tan significativo en nuestras vidas que no faltó que se estrenara una película sobre eso para sacar a relucir lo mitificado que tenemos al sitio.
No creo que pretenda ser una película histórica, ni biográfica, simplemente sugiere un supuesto ficticio para enfatizar el sentimiento del post-postmodernismo. Una sociedad solitaria pero conectada entre ella, la ironía del nuevo siglo.
La película no está sobrevalorada, todo lo contrario, la demeritan. Uno, es más impactante a nivel expresivo, artístico, comunicativo, e incluso cinematográfico hacer con una especie de parábola, una descripción de las masas modernas; que una biopic sobre cómo se hizo el sitio web.
Era necesario definir a la década, era necesario ponerle un nombre real; Zuckerberg, facebook, qué se yo. Era necesario para provocar a la gente, para que salieran de la sala pensando en los quehaceres de una generación venidera, ¿van por el camino correcto? ¿es la conectividad la solución?, ¿qué implicaciones tiene vivir en un espacio donde virtualmente es cualquier espacio y está cualquier persona al mismo tiempo? Soledad, engaño, marginación, rencor, etc.
Y termino con lo clásico, está es mi opinión tratando de entender el por qué del éxito y la mala recepción por parte de otros círculos de esta película, que en mi opinión me parece excelente para concluir el 2010, la década en la que todos nos conectamos, ¿para qué? Para lo que viene en el futuro.

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