Libreta de creaciones / invenciones, reflexiones, revelaciones, etc. Nadando a través de mares desconocidos con un pez en la cabeza.
martes, 22 de abril de 2008
Día mundial de la tierra
Fragmento de 9 minutos del video "Ashes and snow" (cenizas y nieve), de Gregory Colbert. No puedo decir más, el video dice todo.
viernes, 18 de abril de 2008
Metamorfosis
Ahora soy un anciano. Una persona llena a más no poder de horas y recuerdos que me nublan la vista, el cabello y dejan marcas por toda la cara.
Miro por la ventana, pero no hacía la calle, el parque o algún lote baldío; simplemente contemplo la luz que se filtra por la cortina blanca y delgada, casi transparente.
Ahora he aprendido a ser sumiso ante la vida y el tiempo, esa es mi postura. Ya no erguido como un adolescente rebelde, ni como un adulto en actitud soberbia, ahora resbalo por el peso de la senectud.
Mi caminar se ha hecho prudente, por no decir lento, podría describirlo como discreto también, tanto que podría repasar las etapas de mi vida en cada paso, mi niñez en el primero hasta llegar al baño donde reflexiono sobre mi estado actual. Al ir a la cocina, un recorrido desde mi cuarto mas distante que ir al sanitario, podría ir en pensamientos aún más allá, al futuro...mi futuro. Pero me oprimo al pensar que lo más probable son cosas desastrosas: una nueva disfuncionalidad, o la misma muerte (¿quién desea pensar eso mientras revisa la nevera en la cocina?).
Aunque con ambas, se demuestra que vivir no ha perdido su encanto. Con la primera, como siempre seguiría descubriendo cosas nuevas y experimentando diferentes sensaciones, aunque todas estén en el marco del dolor. Con la segunda, la vida no renuncia a su toque impredecible.
Sólo entonces me dejo seducir por esa brisa fresca de invierno que me hace notar que aún no he perdido mis huesos, donde me acomodo en mi silla mesedora para escuchar a María Callas y el nóstalgico tango de Carlos Gardel.
Ellos con su canto, desmienten la mortalidad humana y me hacen desear ser esa canción inmortal que vuela por el viento a través de las décadas y las almas.
Ahí termina mi día, fresca por toda partes, al oido y al cuerpo; pensando que aún los mas viejos tienen toda una vida por delante. ¿Qué vida si ésta se encuentra pendiendo de un hilo?
Debo recoredarles que hay vidas que duran apenas unos segundos, un minuto, un año. O bien, si eso no les convence, todavía queda el argumento de lo que viene despues de este momento... lo eterno.
Por ello, dejé de ser un anciano, ahora soy inmortal. La vida apenas comienza.
Miro por la ventana, pero no hacía la calle, el parque o algún lote baldío; simplemente contemplo la luz que se filtra por la cortina blanca y delgada, casi transparente.
Ahora he aprendido a ser sumiso ante la vida y el tiempo, esa es mi postura. Ya no erguido como un adolescente rebelde, ni como un adulto en actitud soberbia, ahora resbalo por el peso de la senectud.
Mi caminar se ha hecho prudente, por no decir lento, podría describirlo como discreto también, tanto que podría repasar las etapas de mi vida en cada paso, mi niñez en el primero hasta llegar al baño donde reflexiono sobre mi estado actual. Al ir a la cocina, un recorrido desde mi cuarto mas distante que ir al sanitario, podría ir en pensamientos aún más allá, al futuro...mi futuro. Pero me oprimo al pensar que lo más probable son cosas desastrosas: una nueva disfuncionalidad, o la misma muerte (¿quién desea pensar eso mientras revisa la nevera en la cocina?).
Aunque con ambas, se demuestra que vivir no ha perdido su encanto. Con la primera, como siempre seguiría descubriendo cosas nuevas y experimentando diferentes sensaciones, aunque todas estén en el marco del dolor. Con la segunda, la vida no renuncia a su toque impredecible.
Sólo entonces me dejo seducir por esa brisa fresca de invierno que me hace notar que aún no he perdido mis huesos, donde me acomodo en mi silla mesedora para escuchar a María Callas y el nóstalgico tango de Carlos Gardel.
Ellos con su canto, desmienten la mortalidad humana y me hacen desear ser esa canción inmortal que vuela por el viento a través de las décadas y las almas.
Ahí termina mi día, fresca por toda partes, al oido y al cuerpo; pensando que aún los mas viejos tienen toda una vida por delante. ¿Qué vida si ésta se encuentra pendiendo de un hilo?
Debo recoredarles que hay vidas que duran apenas unos segundos, un minuto, un año. O bien, si eso no les convence, todavía queda el argumento de lo que viene despues de este momento... lo eterno.
Por ello, dejé de ser un anciano, ahora soy inmortal. La vida apenas comienza.
sábado, 5 de abril de 2008
Supuestos extraños
Ojo: este relato es ficticio.
Un hombre alto con fachas de no haber dormido bien en días, unos pantalones poco limpios y una barba creciente sube al autobus y se sienta junto a un jovén de lentes y nariz puntiaguda con rasgos similaras al primero. Éste tiene un termo, o cafetera en la mano y el aroma estimula a su reciente vecino.
-Algún día volveré a la Habana cuba y probaré ese exquisito café que sirven en Guanabacoa, justo detrás del almacén de manolo, hay una fondita que se llama Sentimiento borroso, un poco bohemio, donde te sirven el café en una taza de barro con forma de corazón, está moldeado con todo y las venas y arterías, un trabajo artístico increíble, y la calidad del aroma y sabor… aaahh, insuperable. Algún día; pero mientras tanto tengo que seguir buscando monedas en el suelo para comprarme una mcdonald´s de queso a 10 varos.
-Usted es de la habana
-No, me temo que no. Vivía ahí por algunos meses, a veces semanas solamente, a causa de mi padre, y a causa de él estoy aquí. Ha muerto y lo único que pudo dejarme es una carta con un juego de palabras que tengo que descifrar. Típico de él.
-Lamento escuchar eso.
Si, también lamenté la noticia junto con la carta y su contenido, siempre supe que no iba a recibir algo grande en la herencia, no soy su hijo legítimo y de por sí sus demás hijos me odiaban, odian.
-¿Sus hermanos? Que barbaridad.
-No, verá, mi madre conoció a mi progenitor cuando tenía 5 años. Antes estaban demasiado ocupados como para presentarse, ella sólo sabía que le apodaban “Gastón” y que estaba en el mismo bar que ella a la misma hora, y bajo circunstancias similares.
-Gastón, cómo el personaje de Disney. Puedo imaginarme la razón del sobrenombre, seguramente era un casanova.
-Si, exactamente, me enteré que fue por eso que lo llamaron así, otra cosa que mi madre desconocía de él era que fue un contrabandista de emociones, más bien un comerciante que hacía trueques con mujeres ingenuas e ilusas. Esa noche, cuando se vieron por segunda vez, además de su nombre le dio a mi madre a cambio de esa noche placentera otro bribón de que ocuparse. Niño que ella odió más allá de las fuerzas maternales. No supe más de ellos desde entonces, ni ellos de mí supongo.
>>Poco después conocí al señor de la carta, un profesor de literatura en la universidad estatal, la tía que lo había criado vivía en la Habana, de ahí por que viajaba seguido, también la familia de su esposa procedía de ahí. Una linda señora que siempre me trató como la madre que siempre anhelé.
-¿Y ella donde se encuentra ahora?
-En un mes la conmoción de la tragedia había disminuido un poco y me dijo que nada tenía que cambiar, seguía teniendo un hogar con ella y los demás. Le explique la carta y que debía valerme por mi cuenta en esta búsqueda.
-Entiendo.
-Gracias por escuchar, me bajo en la esquina de ahí. La carta tiene una lista de nombres, aquí visitaré a la primera persona de esta lista.
-Mucha suerte. Tenga, le invito la hamburguesa… y el refresco.
-Muy amable de su parte, brindaré por ud, gracias.
El jovén de lentes, da un sorbo a su café mientras lo ve bajar, entre-abre su maletín, sújeta un puñal envuelto en un pañuelo y pensó: "Cuanto te has equivocado, nosotros sí supimos de tí desde entonces". Se para y se baja una cuadra despues.
Un hombre alto con fachas de no haber dormido bien en días, unos pantalones poco limpios y una barba creciente sube al autobus y se sienta junto a un jovén de lentes y nariz puntiaguda con rasgos similaras al primero. Éste tiene un termo, o cafetera en la mano y el aroma estimula a su reciente vecino.
-Algún día volveré a la Habana cuba y probaré ese exquisito café que sirven en Guanabacoa, justo detrás del almacén de manolo, hay una fondita que se llama Sentimiento borroso, un poco bohemio, donde te sirven el café en una taza de barro con forma de corazón, está moldeado con todo y las venas y arterías, un trabajo artístico increíble, y la calidad del aroma y sabor… aaahh, insuperable. Algún día; pero mientras tanto tengo que seguir buscando monedas en el suelo para comprarme una mcdonald´s de queso a 10 varos.
-Usted es de la habana
-No, me temo que no. Vivía ahí por algunos meses, a veces semanas solamente, a causa de mi padre, y a causa de él estoy aquí. Ha muerto y lo único que pudo dejarme es una carta con un juego de palabras que tengo que descifrar. Típico de él.
-Lamento escuchar eso.
Si, también lamenté la noticia junto con la carta y su contenido, siempre supe que no iba a recibir algo grande en la herencia, no soy su hijo legítimo y de por sí sus demás hijos me odiaban, odian.
-¿Sus hermanos? Que barbaridad.
-No, verá, mi madre conoció a mi progenitor cuando tenía 5 años. Antes estaban demasiado ocupados como para presentarse, ella sólo sabía que le apodaban “Gastón” y que estaba en el mismo bar que ella a la misma hora, y bajo circunstancias similares.
-Gastón, cómo el personaje de Disney. Puedo imaginarme la razón del sobrenombre, seguramente era un casanova.
-Si, exactamente, me enteré que fue por eso que lo llamaron así, otra cosa que mi madre desconocía de él era que fue un contrabandista de emociones, más bien un comerciante que hacía trueques con mujeres ingenuas e ilusas. Esa noche, cuando se vieron por segunda vez, además de su nombre le dio a mi madre a cambio de esa noche placentera otro bribón de que ocuparse. Niño que ella odió más allá de las fuerzas maternales. No supe más de ellos desde entonces, ni ellos de mí supongo.
>>Poco después conocí al señor de la carta, un profesor de literatura en la universidad estatal, la tía que lo había criado vivía en la Habana, de ahí por que viajaba seguido, también la familia de su esposa procedía de ahí. Una linda señora que siempre me trató como la madre que siempre anhelé.
-¿Y ella donde se encuentra ahora?
-En un mes la conmoción de la tragedia había disminuido un poco y me dijo que nada tenía que cambiar, seguía teniendo un hogar con ella y los demás. Le explique la carta y que debía valerme por mi cuenta en esta búsqueda.
-Entiendo.
-Gracias por escuchar, me bajo en la esquina de ahí. La carta tiene una lista de nombres, aquí visitaré a la primera persona de esta lista.
-Mucha suerte. Tenga, le invito la hamburguesa… y el refresco.
-Muy amable de su parte, brindaré por ud, gracias.
El jovén de lentes, da un sorbo a su café mientras lo ve bajar, entre-abre su maletín, sújeta un puñal envuelto en un pañuelo y pensó: "Cuanto te has equivocado, nosotros sí supimos de tí desde entonces". Se para y se baja una cuadra despues.
martes, 1 de abril de 2008
Super lamb... al rescate del estilo de vida en la granja.
Quietos ahí malhechores, villanos despiadados que anhelan mas que nada en el mundo, destruir el mundo y las granjas que en el habitan. Ya llegó, ya está aquí, super renovado, SUPER-LAMB.
Después de un misterioso accidente en la fabrica de pasto-prak (pasto 100% natural de fabrica, en envoltura resellable), Yeem, nuestra querida oveja pelirroja obtiene poderes asombrosos al ingerir el resultado el producto infectado.
les presento la antigua versión y la nueva, practicamente es lo mismo, solo varía el programa con el que lo hice. Antes en paint, ahora en flash.
ahora:
Después de un misterioso accidente en la fabrica de pasto-prak (pasto 100% natural de fabrica, en envoltura resellable), Yeem, nuestra querida oveja pelirroja obtiene poderes asombrosos al ingerir el resultado el producto infectado.
les presento la antigua versión y la nueva, practicamente es lo mismo, solo varía el programa con el que lo hice. Antes en paint, ahora en flash.
ahora:
antes:
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