miércoles, 10 de septiembre de 2008

Un tonto encuentro con la realidad.

Los pueblos estaban en guerra y el mas poderoso como de costumbre desbarató al otro sin piedad. Las calles ahumaban, las casas flaqueaban como si se fueran a derrumbar si aun no estaban en el suelo, rocas nada mas. Pero entre toda esa crueldad sin sentido una familia intentaba escapar sólo con lo necesario: una cantimplora repleta de agua, el perro, comida ( y el perro), poca ropa y por último la televisión. De todo lo que pudieron recoger en su sálida a las desoladas avenidas y escabullirse como roedores a traves de los callejones, el padre de familia tomó la televisión sin siquiera pensarlo una vez; nada de: me pesará en el camino, se puede romper, etc. Únicamente dio alarma a su familia e instantanemente ya tenía el artefacto cargada como un bebé. Ninguno de los integrantes protestó, ni siquiera el pequeño al que le salieron ampollas de tanto correr.

Iban dando vuelta en una esquina y un soldado enemigo les salió al encuentro. Despues de disputar un rato con la familia para llevarselos como prisioneros y al ver el cuidado que el padre tenía por el televisor le dejó la elección al señor de la casa: "Decide, tu familia y el aparato". Terminaba de hablar cuando se dio cuenta de lo que por impulso había ordenado, se jugaba su reputación con aquellas palabras dándose cuenta que era muy tonto lo que le pedía al hombre. Para su sorpresa el padre de la familia titubeó. Llevó la mirada hacia su familia, la mujer extrañada, los hijos esperanzados, pero... pero la televisión...

Unos minutos despues de que el hombre dejó de ver su reflejo en la pantalla que aún conservaba el brillo, los botones elegantemente dispuestos y el control ajustado con cinta adhesiva adquirió una postura decisiva. "Elijo la televisión".

El acto fue tomado por inhumano y casi es condenado. Todo esto se supo despues de la guerra, tanto la señora como el soldado, que para ese entonces ya eran marido y mujer, dieron su testimonio a las autoridades y medios de comunicación. Éstos últimos no desaprovecharon la oportuidad y lo contactaron para hacerle la pregunta que estaba en la mente de todos, ¿por qué lo hizo?. Entre flashazos de cámaras y microfonos el señor dijo con firmeza: La televisión era lo que nos unía como familia.
La reportera habló frente a la cámara: El señor ha declarado lo que con anterioridad expuso su ex-esposa, justificando el hecho en que la familia se juntaba en las tardes para ver los programas de televisión una vez que llegaban de distintas actividades, sin la televisión, admitió, perdería a su familia. Un hecho que quizá quedará en nuestras memorias unos dias más recordandolo como uno de los actos de estupidez más grandes de la historia. Reportando para el canal....

3 comentarios:

Goma Rosa dijo...

¿la familia o la television?
no elegiria la televisión porque no tengo un buen contrato de cable..

Daniel Peraza dijo...

¡Qué buen cuento! ¡Si lo trabajaras más en algunos aspectos narrativos estaría de lujo! Aunque de por sí es muy bueno. Creo que es buen material para un cortometraje o un cineminuto.

¡Es genial! ¡Un saludo Hombre! Gracias por toda tu ayuda siempre.

Una dijo...
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