-Traigan una lámpara.- gritó la criada hacia el interior de la casa a medida que bajaba los escalones hacia el jardín.
Enseguida el cociner corrió al almacen que estaba junto a la puerta que dividia el gran salon de banquetes y la cocina, sacó aceite y encendió una lámpara. Una luz titubeante le agitaba en el rostro, despues escuchó que el alboroto entre las criadas era mucho y se apresuró con la lámpara hacia la cabaña que estaba en los litorales de la propiedad, a unos cuantos metros del jardín. Era de noche y el cocinero estaba en ropa de dormir y esparcía la luz ondulante por los pasillos, despues por las laterales de la casa y el jardín. Se encontro con una criada en el camino y juntos fueron hacia la cabaña, mientras corrian el cocinero le daba la lámapara a la criada mientras se ajustaba sus botas para entrar al bosque.
-¿que es todo este escandalo?- dijo enfadado el cocinero mientras le arrebataba la lámpara a la criada.
-dice que apareció- subia y bajaba la cabeza para ver por donde corría- apareció en el jardín, junto a la fuente, Griselda habia bajado por agua y vio su figura desde la ventana, ahi comenzó todo.
-antes no despertaron los padres de la jovén no quiero ni imaginarmelo que hubiera ocurrido, seguramente la hubieramos conducido a una muerte se...
No terminó de decir esto cuando se vio formando parte de un extraño circulo entre las criadas en bata y la luz de la lámpara enfrente de la cabaña.
-nos han dicho que hay brujas en esa cabaña, no la habitan desde hace 40 años- dijo una de las compinches de la cocina hacia el grupo, aunque mas bien miraba directo a la luz que reposaba en el centro del semicirculo.
-Nada de eso -el cocinero la miró y fruncía el seño, aunque despues vaciló- deberá entrar... ¿quien de ustede era la mas apegada a la jovén?
Todas se quedaron viendo directamente a Marieta, se veia angustiada, la joven muchacha de mirada frágil y ojos marrón estaba descalza a excepción del lodo y el pigmento verdoso del pasto que llevaba en toda su extremidad inferior.
Se sintió obligada, pero fue un instante, hasta que asimiló la situación. Sentía que era su amiga, siempre lo supo. Sin decir nada, dió un par de pasos y agarró la lámpara. En cuestión de segundos se escuchó el crujido de la puerta vieja de madera. Marieta asomó la luz al interior de la casa vacilando un momento, todos se acercaron pausadamente, con sigilio, movidos por una gran curiosidad. Marieta dio un paso adentro, no abrió la puerta en su totalidad, pero cabía ella, cuando hubo entrado por completo, iba cerrando la puerta, y de los adentros de la cabaña se escucho un grito que parecía un trueno que titubeaba en la garganta: "no me acerquen la luz, no, la luz no". Todos se agitaron en sus adentros con un escalofrio que empujaba sus cuerpos hacia atrás, estaban seguros que había aflicción en aqulla voz.
1 comentario:
Increible historia, esta muy padre tu blog, sigue asi... saludos bye
Publicar un comentario